18 diciembre 2005

Receta

Hoy me levanté solidario, es por eso que he decidido revelar una de las más grandes recetas que conozco. Me la enseñó mi amiga Pamela (en realidad me ha enseñado todo lo poco que sé de cocina) y con su permiso (en realidad todavía no le pido permiso...) la inmortalizo en este lugar.



Lechesita Tía Carmen [Brebaje Salvador]


Ingredientes:

-Leche Condensada La Lechera de Nestlé (cantidad a criterio del consumidor)
- Agua caliente (temperatura a criterio de usted mismo)
- Un resfrío (este ingrediente es opcional y es de exclusiva responsabilidad de la víctim... perdón, consumidor)


Utensilios:

- Una vasija, termo o taza
- Una mesa
- Una cuchara
- Un cuchillo
- Tetera


Preparación:


Primero que nada busque desesperadamente su taza, termo o vasija preferida (si... esa que tanto amas e idolatras... esa que no se puede romper). Luego póngala sobre su mesa favorita y obsérvela detalladamente. Si resulta estar quebrada o trizada busque el cuchillo más cercano y salga a la calle a buscar al culpable, si no es así respire profundamente y apréstese a preparar el brebaje de su vida.

Deje caer suavemente la leche condensada sobre su taza, termo o vasija. Debo advertirle que esta acción puede demorar horas y requiere mucha concentración. Si quiere puede ayudarse de una chucharilla o de sus propios dedos (cuidado con los gérmenes). Mientras lo haga cierre sus ojos... piense en la cosa más feliz de su vida (que no sea el Viejito Pascuero por favor) y déjese llevar por sus sensaciones. Cuando haya terminado de vaciar la leche (usted decidirá cuando) tome cuidadosamente la tetera con agua caliente y rellene su vasija hasta llegar al tope de capacidad. Luego revuelva armoniosamente con una cuchara. Tenga especial cuidado en no derramar parte del brebaje... ya tiene la edad suficiente como para manejarse en asuntos como esos.

Diversos estudios científicos aseguran que la proporción entre leche y agua debe ser de 1 es a 4... sin embargo usted mismo debe encontrar su fórmula mágica. No existe la ecuación perfecta en el mundo de la lechesita Tía Carmen.

Ahora no le queda más que beber y saborear de este exquisito brebaje. Rapidamente se dará cuenta que su resfrio lo abandona y que el sueño se aleja de su cuerpo. No me lo agradezca... agradézcaselo a la Tía Carmen.



PD: Gracias Pamela... gracias a tí soy capaz de hacerme mi propio almuerzo.

5 grandes Comentarios:

At 3:33 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

La primera vez ke lei esto me mate de la risa...
Ojala nos juntemos alguno de estos dias para ke webiemos un rato...hace tiempo ke no te veo...con tiempo, porke en la expo andabay ocupado con el taller de Go.

Saludos!

 
At 2:09 p. m., Blogger Sebastián dijo...

Es re fácil la receta... y efectiva.

 
At 6:55 p. m., Blogger Sandra dijo...

Debo recoocer que no lo he tomado asi pero me he servido cafe y te endulzados con leche condensada.

Bueno ahora no puedo hacerlo.
El azucar ya no va conmigo al menos por un buen tiempo.

 
At 4:37 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Me parece muy bien que hayas aprendido a disfrutar una taza de leche, la felicidad està en las cosas pequeñas

 
At 9:18 p. m., Blogger Sebastián dijo...

Sip!

A veces la pequeñez de hoy se convierte en la grandeza de mañana.

 

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